jueves, 13 de febrero de 2020

SEGUNDA PARTE: HIPÓCRITA LA INICIATIVA DE REFORMA JUDICIAL PRESENTADA POR LOS ALTOS MANDOS DEL PODER JUDICIAL Y EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA.




SEGUNDA PARTE: REALIZAR  LAS  SUPUESTAS    REFORMA  QUE  PROPONE  LA  LLAMADA  SCJN    ES  APOYAR  Y CONSOLIDAR   A LOS  MISMOS  GRUPOS   BUROCRÁTICOS  QUE  YA  ESTÁN    ENQUISTADOS    EN SU POSICIONES  PRIVILEGIADAS.  

 LA  INICIATIVA  DE  REFORMA  JUDICIAL   DEL PODER  JUDICIAL    Y  DEL  PRESIDENTE   DE LA  REPÚBLICA   PECA DE  HIPOCRESÍA

Exmagistrado  federal Francisco Salvador Pérez  y jurista  Giap  Salvador  Díaz.  

13 de  febrero de 2020. Otras de las graves mentiras, evidentes falacias que presenta la iniciativa  de   reformas al Poder Judicial de  la  Federación que hizo  suya el  Presidente Andrés Manuel  López  Obrador AMLO, que  se advierte, se está manejando como algo muy  urgente, es  que   se  trata de fortalecer la independencia del Poder Judicial, ya que de tratar de romper la estructura    de dicha  institución se corre el riesgo de debilitarla, lo que no conviene a México; que asimismo  entre otras  cosas se crea  un nuevo  instituto que se encargará de  manejar a  la  Defensoría  Pública. Es  falaz la  pretensión de  que se  busca fortalecer  la  independencia del Poder Judicial Federal. Lo  que  significan  las  propuestas  de  reforma es alejar  más  y más al pueblo  de  las  instituciones  que a su nombre se  crean. La  realidad es que  el pueblo se  encuentra   alejado    de  su Poder Judicial Federal; las  reformas  que se  introdujeron   al PJF  al  finalizar  el  gobierno  de Carlos  Salinas  de  Gortari  significan  un  golpe de Estado reaccionario  al  estilo pinochetista.  Con   ese  golpe  estilo  Pinochet en Chile,  con la   creación  del Consejo de la  Judicatura Federal  en México,  lo  que  ocurrió es  hacer  del  Poder  Judicial un  organismo cerrado   al pueblo,  lo  mismo  que la Suprema Corte SC; se estructuró  así  una  entidad monolítica   bajo  el  mando  de  una  sola  persona, cabeza de ambas instituciones  a la  vez;  esta solución   es  profundamente   antidemocrática,  violatoria   de  los  principios  fundamentales del   Estado  de  Derecho, muy  particularmente  del principio de la División  de  los  Poderes públicos. Estos  señores  “ministros”  lanzaron  sus  lloriqueos, sus  alaridos porque el  Presidente  de la República  les  señaló  un límite a sus  remuneraciones, y vaya  que  el Presidente simplemente  los  ha  dejado  hacer y deshacer  en esa  materia,  con el pueblo  expectante al  efecto. Pero  no, el  Presidente los  ha  dejado  hacer  su   propia voluntad   sin  intervenir para  que acaten el  mandato  de  los  altísimos  salarios   que así  mismo se  asignan  los ministros de la  Corte; qué pasa,  cuáles  han sido  los  resultados de una  institución creada  en los  tiempos que  presidieron  la  Suprema  Corte los  ministros Genaro David Góngora  Pimentel,  Mariano Azuela Güitrón y  Guillermo  Ortiz Mayagoitia;  dicha  institución se  creó  para  recibir  supuestas  donaciones y  así  crear  un  fondo   para el mejoramiento   de la  administración  de   justicia;  qué pasa con esa  institución;  ojalá que  no  quede  en  el  aire  esta  inquietud  de  información.  Es  evidente que la  SC y el CJF  están  funcionando  de una manera  corrupta  ya  que  ambas  instituciones  se  encuentran   bajo  el  mando   del  Presidente   de ellas    que lo  es actualmente  el  ministro Arturo Zaldivar  Lelo  de Larrea;  ésta  constituye  una   prueba  elocuente  de la falta  de  congruencia  de  los  personajes   que  presentaron   para   su  aprobación    por  el  Congreso de la Unión del proyecto de  reformas   que  se  comenta;  es  muy  grave   que  el  Presidente  de la Republica  solape   y  cohoneste ese   comportamiento, pues  lo  que  debiera  hacer  el   Presidente  es  gestionar ante dicho congreso  la  aprobación   de un  proyecto  que  descabece   esa  fórmula  de  representar  a la  vez una  sola  persona a  ambas  instituciones;  eso le  vendría  muy  bien  a la  democracia  en México.  El paquete de  reformas   al PJ  por  la   manera  que  fue  presentada  al  Congreso de la Unión,  es  evidente que se  trata  de  una  acción   de  la  Suprema  Corte,  una   acción  sustancial     propia  de  una  corporación    cerrada  y ajena  a los  intereses  populares y  el  hecho    de  que  el  Presidente haga  suya  la  iniciativa  en  cuestión  revela  hasta  qué  grado el  alto  funcionario   tiene  ya  compromisos  con  quienes  manejan  la  alta  corporación de  justicia,  lo  cual  no anuncia   buenos  augurios. Mal,  muy  mal    que  el  consorcio o  corporación  aludida manejen  para  su  conveniencia una escuela dedicada  a  formar  la  carrera de  los  jueces  y   magistrados de un país  tan grande  como  México ;  esto  da  que pensar  que con ello se  está  menospreciando, obvio, la  labor y la  presencia de buena  cantidad  de  Escuelas y  facultades  públicas de  Derecho  del   País ,  que relativamente son  muchas y constituyen  un  rico patrimonio  de   la  nación    en la  preparación de  juristas; porqué  el  Presidente de la  República   no  envía a  dichas  facultades  de  Derecho, a  una    comisión     de  juristas    bien  preparados    para  que traten  el  tema  en    cuestión    con las  autoridades   universitarias    respectivas; con  ello  saldría  ganando la  nación  toda;  hay   que  decir    que  esto sería   un pequeño impulso  para  esas   universidades, las  que    sufren  el  abandono  crónico  del  gobierno  central;  una  corporación  más  a  título   de  Escuela  Judicial  para  someterla    a los  “estándares internacionales”   significa  ni  más  ni menos  que  someterla a  la conveniencia y extravagancias de  las    escuelas    privadas  del  extranjero,  ya  podemos  pensar   de  qué  país    del    extranjero  estamos  hablando, lo   que  necesitamos  son  profesionistas   auténticamente comprometidos   con  nuestra  Nación  y no  lacayos   de  países    imperialistas;  necesitamos    profesionistas  universitarios  imbuidos    de una a conciencia  universalista,  secularizados,  no fanáticos serviles  a los intereses  extranjeros.  El Poder  Judicial   está    para  hacer  Justicia,  no  para  realizar  una  aberración de  justicia  modelada  por la  misma  institución    corporativa;  la  educación, la  culturización   de los profesionistas  avocados    no solo para  la  carrera    judicial    sino  para otras  muchas    avocadas  a otras  materias  de    trabajo,  es  un problema  de  Estado   que  corresponde   resolver de  manera  democrática,  y ese  papel    lo deben  desempeñar     las  universidades   públicas,    en  este  caso   las  de las  facultades  de  derecho  públicas.  Se  advierte  de aquí  que asimismo de   dotar  al  poder   judicial    de una  entidad  para  que    prepare    a  su personal   profesional,    con ello se  rompe el principio  de  la  división de   los  poderes,  en demerito de las  entidades   que  originaria   y  lógicamente   están avocadas  a la preparación  de  los profesionistas    de  la  abogacía    como    son precisamente  las  universidades  públicas.  Aquí  se  advierte    cómo  la  propuesta  de  una escuela  judicial    para  preparar   a los  defensores  de  oficio y  demás   personal    de  abogados    no  es  más   que una   pretensión   ilegítima,   que  viola  el principio de la  división de los  poderes ,   de  ahí  que  la  iniciativa  de  reforma  judicial   del Poder  Judicial    y  del  Presidente   de la  República   peca de  hipocresía; es  deseable     que    el Presidente    y las     cámaras  del  Congreso de la Unión  manejen  el tema  en  cuestión   con  sumo  cuidado y prudencia    poniendo  siempre  los  intereses  del pueblo  por encima  de   las  diatribas  que  tuercen  el  justo sendero  de la  Democracia.                              

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