domingo, 25 de octubre de 2009

Argentina: nueva ley de medios: José Steinsleger

Sensatez y patriotismo de la Presidente de Argentina; mezquindad, torpeza, violencia, uso ilegal del ejército y de las fuerzas públicas federales por Felipe Calderón Hinojosa en contra del Pueblo de de México.



Mientras en Argentina informa el análisis de José Steinsleger en La Jornada de 14 de octubre de 2009, la Presidente Cristina Fernández atendiendo un clamor nacional, enfrentándose al poder político y del dinero de los grupos privilegiados, entre éstos, de los dueños de los grandes medios de difusión, utilizados por éstos para desinformar al Pueblo, en una actitud valerosa y justa, logró sacar adelante la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, producto de una larga lucha del Pueblo argentino; en cambio en México fiel a su índole reaccionaria y traidora, con la mezquindad de un aparto administrativo federal corrupto, encabezado por un individuo inepto y desquiciado, Felipe Calderón Hinojosa, lanza un esquizofrénico feroz ataque, una embestida bestial , en contra del grande en patriotismo y nacionalismo Sindicato Mexicano de Electricistas, lanza a la calle a más de 40000, trabajadores electricistas; técnicamente, gratuitamente pone en la miseria a igual número de familias mexicanas, pisotea el Estado de Derecho y las normas jurídicas que la Constitución garantiza a los mexicanos; el autor de las acciones cobardes , lejos de proteger a su pueblo la emprende, hábil empresario para ello, vomita sus retahílas a través de los medios para difamar y calumniar a sus víctimas y ofendidos. Todo ello para cumplir los programas genocidas de los gobiernos de los Estados Unidos y demás países capitalistas conocidos como Occidente, libres, civilizados, cristianos, de libre mercado, sociedades libres, que les endilgan sus intelectuales o apologistas o plumas mercenarias a sueldo, para desactivar y destruir a aquel Sindicato mexicanista y preparar el terreno para seguir entregando vil y traidoramente nuestros recursos energéticos, la electricidad, la riquísima industria de las telecomunicaciones de televisión, internet y telefónica a los capitalista de dichos países explotadores, para seguir manteniendo en la más espantosa miseria, pobreza, ignorancia, prejuicios y obscurantismo al pueblo de México. Ya se están anunciando los grandes lucrativos negocios en puerta; los ladrones de siempre junto con sus socios en el aparato público federal de México se están ya frotando las manos para repartirse el jugoso botín que significa la destrucción del sindicalismo democrático de México; los delincuentes a gran escala que señorean el aparato público federal no reparan en mientes , no se miden, ni tienen ningún escrúpulo en sus programas de destrucción, saqueo y robo de los bienes nacionales. Dejar los despojos de la compañía Luz y Fuerza del Centro en manos de Alfredo Elías Ayub , libanés disfrazado de mexicano “director general” de la Comisión Federal de Electricidad y de Georgina Kessel, de origen bárbaro, ultraentreguista de las riquezas de México a los capitalistas extranjeros , y piezas claves, ambos , en el aparato federal mexicano de los grupos que expolian a nuestros país , es lo mismo que dejar a la manada de lobos hambrientos al cuidado de los corderos, nosotros los mexicanos. En situaciones conflictivas y graves para las dos mencionadas empresas es claro que existen incompatibilidades que excluyen que el director o responsable de una de ellas asuma a la vez la dirección de ambas , en fin , las suciedades del Régimen. El Estado de Derecho está muerto. La Suprema Corte de Justicia es un aparato inservible, obsoleto, no opera para poner orden y parar al aprendiz de Augusto Pinochet Ugarte. Veamos lo que dice José Steinsleger.

http://www.jornada.unam.mx/2009/10/14/index.php?section=opinion&article=021a1pol



Argentina: nueva ley de medios

José Steinsleger

Acostumbrado a dictar y excluir, el poder oligárquico mediático argentino acaba de sufrir un importante revés histórico y político: la democratísima Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (o ley de medios), aprobada por un amplio espectro de fuerzas del oficialismo y la oposición civilizada que, movilizadas, siguieron en las calles el debate del Senado por más de 20 horas consecutivas.

A juicio de Frank La Rue (relator de la ONU para la libertad de expresión en el mundo), la nueva ley de medios que sepulta la impuesta en la época del terrorismo de Estado (1980) representa uno de los marcos legales más avanzados en comunicación y caso testigo de democratización del mapa de medios en América Latina.


En adelante, los responsables de los medios deberán mantener una carpeta de acceso público donde figure toda la información relevante de la empresa. Para ser titular de una licencia se evaluarán criterios de idoneidad y de arraigo en la actividad. El Estado nacional, las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios tendrán asignadas frecuencias, y las universidades podrán tener emisoras sin restricciones.


La nueva ley de medios decreta que los derechos exclusivos de transmisión del futbol no perjudicarán el derecho de los ciudadanos a seguir los partidos en directo y de manera gratuita. El tiempo de publicidad en la televisión de paga estará reglamentado y, a semejanza de países como Canadá, habrá medidas parafiscales para desalentar la inversión de publicidad en el exterior del país. Por tanto, los grandes medios corporativos ya no podrán deducir del impuesto a las ganancias, lo invertido en publicidad en el extranjero.


Por otro lado, las entidades sin fines de lucro podrán tener licencias de radiodifusión y televisión: 33 por ciento del espectro para asociaciones, fundaciones, cooperativas, universidades, sindicatos, gremios, etcétera. El Estado y el sector privado, respectivamente, gozarán de otro 33 por ciento.


¿Quiénes redactaron la nueva ley? ¿El gobierno de los Kirchner, como sibilina y perversamente repiten el poder mediático oligárquico, la Sociedad Interamericana de Prensa y sus coros en el continente? Negativo. A más de recoger la complejidad de la sociedad argentina, la nueva ley de medios fue pensada, fundamentada, decantada y elaborada durante más de un cuarto de siglo por millares de anónimos trabajadores de la cultura, intelectuales de la comunicación, periodistas, organismos no gubernamentales, universidades públicas y hasta algunas privadas.

En cuanto a la libertad de expresión, ningún artículo de la ley (144 en total) hace alusión alguna, siquiera inducida, a la limitación de contenidos. En cambio, abundan varios artículos que defienden la libertad de expresión y, sobre todo, la libertad de expresión de los periodistas. Invitado por el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de la Cancillería, La Rue había observado: Este proyecto de ley sigue los principios clásicos de la libertad de expresión en el mundo.

El experto de la ONU agregó: La libertad de expresión es un derecho individual y un derecho colectivo. Es un derecho de las personas y de los pueblos. Un derecho de todos, cualquiera sea su posición ideológica y su posición social.

Pero quizá lo trascendente de la nueva ley fue expresado por la presidenta Fernández en mensaje transmitido por cadena nacional, el 28 de agosto pasado: “… Lejos de ser un proyecto del gobierno o de un partido político es de la sociedad, y también de los 118 periodistas detenidos desaparecidos durante la dictadura, que con su vida dieron testimonio de lo que es el verdadero ejercicio de la libertad de expresión”. Añadió: “No hay que confundir libertad de prensa con la libertad de los propietarios de la prensa… Si ningún gobierno había podido aprobar antes un proyecto de este tenor era porque había un suprapoder en la Argentina. Esto significa que por sobre los poderes de la Constitución, hay otros poderes que tienen suficiente fuerza para imponer decisiones en cualquiera de los tres poderes, a partir de la presión”.

El derecho a la comunicación y a la información, triunfo del campo nacional y popular, es un hecho en Argentina. Y a partir de ahora empieza lo más difícil: que la ley se cumpla, impidiendo la formación de monopolios y oligopolios, desconcentrando la propiedad de los medios, y cumpliendo con los porcentajes de transmisión que la ley prevé para la difusión de la música, el cine y la obra de los creadores y artistas nacionales.

La derecha argentina y el bloque agrario dominante están que trinan.

Daniel Paz y Rudy, moneros del periódico Página 12, de Buenos Aires, resumieron en pocas palabras el desafío. Un par de personajes platican:

–La oposición dice que peligra la libertad de expresión y el pluralismo.


–¡Pero si 80 por ciento de los diarios, radios y canales son opositores!

–Justamente.
















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