Del Fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo,19 de junio de 1867 y la estúpida agresión de los euroanglosajones a la Nación Libia.

Oaxaca de Juárez, Oaxaca, México, a Diecinueve de junio de dos mil once 2011.

El gobierno de Benito Juárez dispuso que se juzgara a Maximiliano de Habsburgo, y a los generales mexicanos traidores Miguel Miramón y Tomás Mejía, el primeramente nombrado, archiduque austriaco, cabecilla de la más cruenta y larga guerra convencional de intervención imperial que sufrió México después de su Independencia, ello conforme a la Ley del 15 de enero de 1862 que establecía la pena de muerte para aquellos que atentaran contra la independencia nacional, debiéndoseles aplicar por los Consejos de Guerra. Los tres fueron sentenciados a la pena de muerte; Estados Unidos y gobiernos europeos, y algunos intelectuales realizaron gestiones, hicieron lobby, cabildeo, para que no se ejecutara la sentencia; finalmente fue confirmada la sentencia por el Jefe militar de la Plaza y negado el indulto por el Presidente de la Republica Don Benito Juárez; una princesa europea de nombre Salm Salm intentó sobornar a los guardias que custodiaban a Maximiliano, pero el intento fracasó y; los dos traidores Miramón y Mejía y el representante de los invasores, el “archiduque” fueron pasados por las armas el 19 de junio de 1867 en el Cerro de las Campanas en el Estado de Querétaro, en el altiplano central mexicano, a las siete y quince minutos de la mañana. Cabe decir precisamente que los mismos grupos angloeuropeos codiciosos fariseos que a principios del Sexto Decenio del Siglo XIX y durante largos cinco años intentaron establecer en México una Monarquía estilo europeo sinónimo de típico régimen de esclavitud, miseria, explotación y saqueo con que acostumbran organizarse los descendientes de aquellos bárbaros y que, en el presente aciago año de 2011 están dedicados de manera estúpida y salvaje a bombardear, a destruir los bienes de la República de Libia, a robarse sus valiosísimas riquezas hechas con el esfuerzo de todos los libios, a robarse el tesoro producto de los vastísimos recursos petroleros de Libia, dedicados con maldad y torpeza descomunal, digna de la vetusta corona anglobritánica, la que retiene en su poder las ISLAS MALVINAS en agravio de Argentina y de toda Indiolatinoamérica, a cambiar el régimen político del preciosísimo país beduinoárabeislámico norteafricano, para poner a sus dignísimos varones en condiciones de esclavos, y a sus bellísimas mujeres en la más indecente servidumbre y abyección, tal y como aquellos canallas estilo Sarkozy, Alain Juppé y Lady Hillary Macbeth, lo han estado haciendo en la inmensa región de Suroeste de Asia y en el África, detrás de quienes se frotan las manos los buitres de Estados Unidos, Británicos y el Sionismo encarnado en Israel, pero con el apoyo de las fuerzas democráticas de todo el mundo que deben ser desplegadas, la Nación Libia y Muammar Kaddafi triunfarán.

Giap Salvador