Giap Salvador Díaz
Son muchas
y muy graves
las violaciones que
cometió el gobierno de Felipe Calderón H (FCH). en
contra del debido proceso legal electoral
justo, que se acaba de
realizar en México; se pueden
destacar las siguientes
pífias: la terrible
carencia de limpieza para
allegarse los votos
en favor de los
candidatos del PRI; fue
notoria la impopularidad, carencia de arraigo y de
simpatías del candidato Enrique
Peña Nieto (EPN), en
los viajes de promoción que
hizo a través del
territorio nacional; ello
explica porqué hubieron,
sigue habiéndolas, una gran
cantidad de denuncias, se trata de algo sistemático, acerca de
los desaseados acarreos mediante la
compra de concurrentes,
a las asambleas o reuniones
que realizó EPN; menos
de dos días
después de las elecciones,
por las redes sociales
de internet y por la
prensa, véase LaJornada de hoy, corren
abundantes versiones de que grandes
almacenes de venta
de mercancías de la
zona metropolitana de la
capital del país, que
alberga cuando menos VEINTE MILLONES DE
MEXICANOS, de que
están cancelando los vales
con que pagó
el PRI el precio de
una gran cantidad de
votos para que los ciudadanos
los emitieran en favor de EPN, y
que ello da lugar a
una psicosis colectiva ante el
temor, bien, que los vales
ya no se les
hagan efectivos lo que
significaría un monstruoso
fraude en contra de los
votantes, puesto que éstos sufragaron en
favor de EPN precisamente a cambio del precio amparado
por las boletas cuyo
valor se dice
fue cancelado, o bien,
que de ocurrir esto último
también existe el temor de que
el monstruoso fraude y traición
en contra de México sea denunciado
e investigado por las
autoridades penales y no sólo las electorales. Todo esto
explica y hace lógica
la presunción general de la
Nación mexicana de que el
fraude fue técnica, masiva y sistemáticamente preparado
y diseñado para dar la impresión de que
todo fue normal,
de ahí el
absurdo compromiso que
hicieron firmar a los
candidatos a la presidencia para
comprometerlos a renunciar a sus derechos
políticos no causando o planteando
cuestiones postelectorales, el descabellado
episodio teatral que montaron en las
horas subsecuentes a la
terminación formal de las
elecciones, que lleva la marca
grotesca de Felipe
Calderón Hinojosa, la tensión
artificial que fue
creada para el anuncio
del triunfo de
EPN de manera sincronizada primeramente por el presidente del IFE y consecutivamente por FCH, violando
el orden jurídico
elemental, puesto que ese anuncio
se fundamenta en
datos falsos en
cuanto a que no derivan de la
documentación oficial del proceso electoral y además
los mismos datos
derivan de un pequeñísimo
ficticio muestreo de un imaginario resultado de
las votaciones, es
decir que el
anuncio constituye una tremenda falsificación del
resultado de las elecciones, todo
lo cual viola
la Constitución, puesto
que ésta establece
como requisito de la
certidumbre del resultado
de las elecciones que la totalidad de
los votos, los
millones y millones de que
se habla, en sus momentos
del proceso electoral sean contabilizados material
y efectivamente, inclusive por el
Tribunal Federal Electoral (TRIFE), que para
eso los integrantes de
éste devengan los
tremendos y exorbitantes sueldos
que se les pagan, pero
con qué cara, con qué autoridad,
cuando ni siquiera se
le ha planteado
al TRIFE ninguna intervención ni querella en
el proceso electoral,
ya está abriendo la
boca ¿Quién se lo pidió? vociferando de manera
anticipada su opinión, su criterio acerca del
resultado de las votaciones federales,
cuando precisamente esa
es la cuestión
que tendría que dilucidar
el TRIFE de llegar
a conocer acerca
del fraude electoral
montado por FCH y
su cohorte al
servicio de los EEUU, el rey de España y
lo los británicos y que seguramente
va involucrar a toda la
Nación mexicana en el
gravísimo problema electoral,
en que ya a priori le
dieron el triunfo
para la presidencia a
EPN; el Presidente
del TRIFE. Alejandro Luna Ramos
al
haber ya emitido
anticipadamente su juicio
y criterio personal acerca
del resultado ya
dado por FCH de las
elecciones presidenciales,
ello significa que
tiene un interés personal
en el asunto, producto del montaje de corrupción que
encabeza su jefe, el señor FCH, y
con ello legalmente se
encuentra ya impedido para conocer
de las cuestiones inherentes
al proceso electoral,
e incluso Alejandro Luna Ramos
debe ser investigado
acerca de las implicaciones de
su ya oficiosa
interferencia en el proceso electoral. 3 de julio de 2012 Oaxaca,
México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario