Érase un juez
mercadería
Se afanaba por fingir sabiduría
Pero no podía borrar
su membresía
Érase un chayote* disfrazado de nota referente a un juez mercadería
Érase un correa de transmisión hablando de justicia
Érase un admirador furibundo de un tal Antonio López de SantaAnna, prototipo de cobarde,
traidor, agachado, vendepatrias,
que bajo el camuflash de una campaña militar postiza en el Norte
de México contra una fuerza cínica
que irrumpía en el mundo como una cabeza de la codicia de
Sión
en los territorios del Águila y la Serpiente,
entregó vilmente el territorio de México y
de los indios de Norteamérica a los que engolosinados con
ello
pretenden hacer lo mismo
con la gran Serpiente, la del Mundo
y señorearlo; pero la furia de la gran Serpiente reaccionará y aniquilará a la Codicia.
Este señor Guillermo
Ortiz Mayagoitia es un devoto
admirador del becerro de oro bibliánico,
el que dijeron aborrecer los profetas de la estereotipación
tiránica;
devoto de lo emblemático pérfido; del capitalismo que
despoja a Latinoamérica
de sus Islas Malvinas, y de sus riquezas; el capitalismo de
los Hedge Funds,
religioso devoto del
que ha sido activísimo socio de quienes
han despojado a México;
admirador así de quienes combatieron con furor
a Benito Juárez, a la República,
al constitucionalismo
mexicano de 1857 y 1910 y a México;
un vulgar cipayo de
lo peor de quienes han socavado los
cimientos de México.
Habiendo medrado en la “Suprema Corte”
con deliberada y fingida lenidad, como A. L. de Santa Anna,
con impunidad se opuso,
y lo logró, a que jueces y magistrados
federales, ¡todo un poder!
dieran uso al internet con libertad y sabiduría; y ahora vocifera las bondades y el progreso
que significa el Internet; con lenidad fue un activista incondicional
del retroceso de la
justicia en México; en sus jurisprudencias
pugnó fanáticamente por
la destrucción del
concepto Nación, y por tanto, por la destrucción de México;
y como un maléfico autómata siempre vociferó: ¡Federación! ¡Federación!
Pues sí ¡Federación! Claró, porque Federación mediante el cohecho y
el camuflash
le había ya llenado
los abultados bolsillos.
Hasta la fecha sin trabajar ni correr los riesgos
consiguientes, la Nación,
a la que tanto ha vituperado y ofendido con sus jurisprudencias perniciosas,
a esa Nación le sigue extrayendo el jugo, le sigue robando
su caro patrimonio bajo
el disfraz de los pingües privilegios jubilaciones.
Por eso es que muestran sus bajos instintos genuflexos con la Federación.
Por esos es que van vociferando:
“amo al Reino Unido; amo a Vicente Fox; amo los juicios orales; pontifico por
ellos; recibo homenajes académicos espurios, pues me gusta pisotear las universidades y burlarme
de México; me agrada mucho tener las
talegas llenas,
me gusta salir en los
medios porque doy rienda suelta a mi instinto figurón;
mi oscura extracción es de un Poder Judicial federal hundido
en la corrupción, el fariseísmo,
el abyecto
sometimiento a los poderosos del dinero, rendir culto al sionismo,
a la codicia, a los
políticos encumbrados del sistema,
y a la Federación en un sentido burocrático;
por eso es que me gusta enaltecer los juicios orales y las peores causas contra México;
a eso se debe mi
chocante presuntuosidad de sabiondo y
académico y
de querer seguir dando
lecciones que para esto, que para
aquello”. Ya basta, Ya basta;
y recordando al insigne poeta Francisco de Quevedo, decimos:
Las leyes con que juzgaste, ¡oh Ortiz Mayagoitia Batino!,
menos bien las estudiaste que las vendiste;
lo que te compraron solamente entendiste;
más que Jasón te agradó el Vellocino.
-0-0-0-0-0
* http://2neweb.com/gazete/?p=119472 la matita de chayotes “Punto y Aparte” que
trae uno que dice….“Buscando la excelencia administrando justicia” . Publicado
el 02 Octubre 2014 // “Jueces deben actuar con imparcialidad, diligencia y
objetividad”: Ortiz Mayagoitia…. Bla bla bla de Odila
Romero Hernández
Guillermo
Ortiz Mayagoitia: “Recuerdos de Misantla son muchos… a medida que uno se hace
viejo los recuerdos de la infancia afloran con mucha fuerza”, expresó el
Ministro en Retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo
Ortiz Mayagoitia, al ser entrevistado por Punto y Aparte, después del homenaje
que le ofreció la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana, el viernes
pasado en esta capital.
Su Alma
Mater, donde realizó los estudios profesionales, por acuerdo de la Junta
Académica en el 2008, decidió que el aula Magna de esa facultad llevara su
nombre, sin embargo, el entonces presidente de la SCJN declinó el homenaje por
estar al frente de esa responsabilidad.
“Les dije que
mientras estuviera yo en ese encargo no estimaba correcto aceptar
reconocimientos, ni honores, cosas que muchas veces se relacionan con el
momento en que está uno desempeñando una función importante. Así que ahora
estoy aquí cuando han pasado seis años. Me emociona…”
Al concluir
la ceremonia, Ortiz Mayagoitia saludó a sus compañeros de la antigua Escuela
Normal Rural de Misantla, donde estudió la secundaria. Después, recordó, se
trasladó a Jalapa donde ingresó al Colegio Preparatorio y, posteriormente, a la
Facultad de Derecho.
La primaria
la realizó en la escuela Manuel Gutiérrez Zamora, institución a la que asistía
de mañana y tarde, por ello, afirmó, considera conveniente que ese horario
mixto se generalice en el nivel educativo básico actual del país.
“En la mañana
teníamos las materias básicas y en la tarde actividades artísticas, ensañábamos
los bailables de fin de año. Hasta los 16 años estuve en Misantla;
posteriormente mis vacaciones las pasaba allá”.
Usted vivió
sus primeros años en una ciudad pequeña, ¿Considera que los niños de ahora
tienen la oportunidad de prepararse en cualquier sitio de la geografía mexicana
y llegar a ocupar una posición destacada como profesionistas?
“Yo creo que
cada vez más, estamos en plena era de las comunicaciones, la Internet –la
famosa red- llega cada vez con más facilidades a todos lados, es maravilloso
despejar cualquier duda con una simple consulta a los buscadores de internet,
que nos dan respuestas inmediatas. Leí y comparto la idea de que la educación
formal al estilo tradicional está pasando de moda, tienen que emplearse nuevas
formas de enseñanza colectiva, donde ser autodidacta se aprecie mucho más que
ahora y, en donde la asistencia personal a las aulas, con la dirección de un
maestro, sea cada vez menos exigible. En el sexenio del Presidente Vicente Fox
hubo un gran proyecto de esta índole que se llamó @México, a fin de que hubiera
computadoras con internet en todas partes. El propósito era que los niños de
cualquier punto geográfico de México, al igual que los de Inglaterra o de los
Estados Unidos, tuvieran las mismas oportunidades de acceso al conocimiento.
Ahora esto es una realidad con los teléfonos y tablets se enlazan a internet”.
¿Qué reto
representa el uso de las nuevas tecnologías y los juicios orales a los estudiosos
del derecho?
“El reto es
para el país, todo cambio encuentra una natural resistencia. Las inercias como
cualidad de la materia y de los seres para mantenernos en el mismo estado en
que nos encontramos son muy difíciles de vencer. Vamos en el año siete de los
ocho que dio la Constitución para que se establezcan estos nuevos
procedimientos orales. Estamos muy atrasados, vamos a entrar de lleno en julio
del año entrante y vamos a tener que improvisar y aprender echando a perder,
como hemos dicho ´echando a perder se aprende´, pero al final, superada esta
etapa de aprendizaje frontal, de terapia de choque, tenemos que salir
victoriosos en esta nueva forma de expresión de la justicia más sencilla, más
humanística, más dirigida al ser humano”.
-Usted dedicó
toda su vida a la impartición de justicia, ¿qué le diría a los jueces en un
México donde hay sed de justicia?
“El juez
tropieza con muchos estorbos y avatares, dentro de la justicia formal que
seguimos aquí en México tenemos que atender necesariamente a lo que las partes
plantean; entonces si un abogado no plantea acertadamente un caso por más que
el juez quiera administrar justicia con su sentido propio, que entiende que es
lo correcto del caso, no puede porque estaría violando la Ley y si viola la Ley
está en riesgo de meterse en problemas muy serios. Entonces la dureza en la
administración de la justicia está fundamentalmente en la Ley y en la
personalidad de algunos señores jueces pero hay que conjuntar las dos cosas,
para que el producto final –justicia- sea el que todos esperamos. ¿Qué les
puedo decir a los jueces? Que sean auténticos, que procedan tal como la
Constitución lo mandata: con imparcialidad, diligencia, con objetividad,
buscando siempre la excelencia en la administración de justicia”.
-¿Todavía
falta mucho camino por recorrer?
“Siempre
faltará, somos seres imperfectos y como tales estaremos constantemente
fallando, pero tenemos una gran vocación por la perfección y mientras tengamos
bien orientada la estrella Polar hacia la excelencia estaremos bien”.ialidad,
diligencia y objetividad”: Ortiz Mayagoitia…. Bla bla bla de Odila Romero
Hernández
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