sábado, 4 de octubre de 2014

Érase un juez mercadería




Érase un juez mercadería
Se afanaba por fingir sabiduría
Pero no podía borrar  su membresía
Érase un chayote* disfrazado de nota referente a un juez mercadería
Érase un correa de transmisión hablando de justicia
Érase un admirador furibundo de un tal  Antonio López de SantaAnna, prototipo de cobarde, traidor, agachado, vendepatrias,
que bajo el camuflash de una campaña militar postiza en el Norte de México contra una fuerza cínica
que irrumpía en el mundo como una cabeza de la codicia de Sión
en los territorios del Águila y la  Serpiente,
entregó vilmente el territorio de México y
de los indios de Norteamérica a los que engolosinados con ello
pretenden hacer lo mismo  con la gran Serpiente, la del Mundo
y señorearlo; pero la furia de  la gran Serpiente  reaccionará y aniquilará a la Codicia.
Este señor Guillermo  Ortiz Mayagoitia es un devoto admirador del becerro de oro bibliánico,
el que dijeron aborrecer los profetas de la estereotipación tiránica; 
devoto de lo emblemático pérfido; del capitalismo que despoja a Latinoamérica
de sus Islas Malvinas, y de sus riquezas; el capitalismo de los Hedge Funds,
religioso devoto  del que ha sido  activísimo socio de quienes han despojado a México;
admirador así de quienes combatieron  con furor  a Benito Juárez, a la República,
al constitucionalismo  mexicano de 1857 y 1910 y a México;
un vulgar cipayo  de lo peor de quienes  han socavado los cimientos de México.
Habiendo medrado en la “Suprema  Corte”  
con deliberada y fingida lenidad, como A. L. de Santa Anna,
   con impunidad se opuso, y lo logró,  a que jueces y magistrados federales, ¡todo un poder!
dieran uso al internet con libertad  y sabiduría;  y ahora vocifera  las bondades y el progreso
que significa el Internet; con lenidad fue un activista incondicional
 del retroceso de la justicia en México; en sus jurisprudencias  pugnó fanáticamente por
 la destrucción del concepto Nación, y por tanto, por la destrucción de México;
y como un maléfico autómata siempre vociferó: ¡Federación!  ¡Federación!
 Pues sí ¡Federación!  Claró, porque Federación mediante el cohecho y el camuflash
 le había ya llenado los  abultados  bolsillos.
Hasta la fecha sin trabajar ni correr los riesgos consiguientes, la Nación,
 a la que tanto  ha vituperado y ofendido   con sus jurisprudencias perniciosas,
a esa Nación le sigue extrayendo el jugo, le sigue robando su caro patrimonio  bajo
el disfraz de los pingües privilegios  jubilaciones.
Por eso es que muestran  sus bajos instintos genuflexos  con la Federación.
Por esos es que van  vociferando: “amo al Reino Unido; amo a Vicente Fox; amo los juicios orales; pontifico por ellos; recibo homenajes académicos  espurios, pues  me gusta pisotear las universidades y burlarme de México; me agrada mucho  tener las talegas llenas,
 me gusta salir en los medios porque doy rienda suelta a mi instinto figurón;
mi oscura extracción es de un Poder Judicial federal hundido en la corrupción, el fariseísmo,
 el abyecto sometimiento   a los poderosos del dinero, rendir culto   al sionismo,
 a la codicia, a los políticos encumbrados del sistema,
y a la Federación en un sentido burocrático;
por eso es que me gusta enaltecer  los juicios orales  y las peores causas  contra México;
 a eso se debe mi chocante  presuntuosidad de sabiondo y académico y
 de querer  seguir dando  lecciones  que para esto, que para aquello”. Ya basta, Ya basta;
y recordando al insigne poeta Francisco de Quevedo, decimos:
Las leyes con que juzgaste, ¡oh Ortiz Mayagoitia Batino!,
menos bien las estudiaste que las vendiste;
lo que te compraron solamente entendiste;
más que Jasón te agradó el Vellocino.
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* http://2neweb.com/gazete/?p=119472  la matita de chayotes “Punto y Aparte” que trae uno que dice….“Buscando la excelencia administrando justicia” . Publicado el 02 Octubre 2014 // “Jueces deben actuar con imparcialidad, diligencia y objetividad”: Ortiz Mayagoitia…. Bla bla bla de Odila Romero Hernández

Guillermo Ortiz Mayagoitia: “Recuerdos de Misantla son muchos… a medida que uno se hace viejo los recuerdos de la infancia afloran con mucha fuerza”, expresó el Ministro en Retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia, al ser entrevistado por Punto y Aparte, después del homenaje que le ofreció la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana, el viernes pasado en esta capital.
Su Alma Mater, donde realizó los estudios profesionales, por acuerdo de la Junta Académica en el 2008, decidió que el aula Magna de esa facultad llevara su nombre, sin embargo, el entonces presidente de la SCJN declinó el homenaje por estar al frente de esa responsabilidad.
“Les dije que mientras estuviera yo en ese encargo no estimaba correcto aceptar reconocimientos, ni honores, cosas que muchas veces se relacionan con el momento en que está uno desempeñando una función importante. Así que ahora estoy aquí cuando han pasado seis años. Me emociona…”
Al concluir la ceremonia, Ortiz Mayagoitia saludó a sus compañeros de la antigua Escuela Normal Rural de Misantla, donde estudió la secundaria. Después, recordó, se trasladó a Jalapa donde ingresó al Colegio Preparatorio y, posteriormente, a la Facultad de Derecho.
La primaria la realizó en la escuela Manuel Gutiérrez Zamora, institución a la que asistía de mañana y tarde, por ello, afirmó, considera conveniente que ese horario mixto se generalice en el nivel educativo básico actual del país.
“En la mañana teníamos las materias básicas y en la tarde actividades artísticas, ensañábamos los bailables de fin de año. Hasta los 16 años estuve en Misantla; posteriormente mis vacaciones las pasaba allá”.
Usted vivió sus primeros años en una ciudad pequeña, ¿Considera que los niños de ahora tienen la oportunidad de prepararse en cualquier sitio de la geografía mexicana y llegar a ocupar una posición destacada como profesionistas?
“Yo creo que cada vez más, estamos en plena era de las comunicaciones, la Internet –la famosa red- llega cada vez con más facilidades a todos lados, es maravilloso despejar cualquier duda con una simple consulta a los buscadores de internet, que nos dan respuestas inmediatas. Leí y comparto la idea de que la educación formal al estilo tradicional está pasando de moda, tienen que emplearse nuevas formas de enseñanza colectiva, donde ser autodidacta se aprecie mucho más que ahora y, en donde la asistencia personal a las aulas, con la dirección de un maestro, sea cada vez menos exigible. En el sexenio del Presidente Vicente Fox hubo un gran proyecto de esta índole que se llamó @México, a fin de que hubiera computadoras con internet en todas partes. El propósito era que los niños de cualquier punto geográfico de México, al igual que los de Inglaterra o de los Estados Unidos, tuvieran las mismas oportunidades de acceso al conocimiento. Ahora esto es una realidad con los teléfonos y tablets se enlazan a internet”.
¿Qué reto representa el uso de las nuevas tecnologías y los juicios orales a los estudiosos del derecho?
“El reto es para el país, todo cambio encuentra una natural resistencia. Las inercias como cualidad de la materia y de los seres para mantenernos en el mismo estado en que nos encontramos son muy difíciles de vencer. Vamos en el año siete de los ocho que dio la Constitución para que se establezcan estos nuevos procedimientos orales. Estamos muy atrasados, vamos a entrar de lleno en julio del año entrante y vamos a tener que improvisar y aprender echando a perder, como hemos dicho ´echando a perder se aprende´, pero al final, superada esta etapa de aprendizaje frontal, de terapia de choque, tenemos que salir victoriosos en esta nueva forma de expresión de la justicia más sencilla, más humanística, más dirigida al ser humano”.
-Usted dedicó toda su vida a la impartición de justicia, ¿qué le diría a los jueces en un México donde hay sed de justicia?
“El juez tropieza con muchos estorbos y avatares, dentro de la justicia formal que seguimos aquí en México tenemos que atender necesariamente a lo que las partes plantean; entonces si un abogado no plantea acertadamente un caso por más que el juez quiera administrar justicia con su sentido propio, que entiende que es lo correcto del caso, no puede porque estaría violando la Ley y si viola la Ley está en riesgo de meterse en problemas muy serios. Entonces la dureza en la administración de la justicia está fundamentalmente en la Ley y en la personalidad de algunos señores jueces pero hay que conjuntar las dos cosas, para que el producto final –justicia- sea el que todos esperamos. ¿Qué les puedo decir a los jueces? Que sean auténticos, que procedan tal como la Constitución lo mandata: con imparcialidad, diligencia, con objetividad, buscando siempre la excelencia en la administración de justicia”.
-¿Todavía falta mucho camino por recorrer?

“Siempre faltará, somos seres imperfectos y como tales estaremos constantemente fallando, pero tenemos una gran vocación por la perfección y mientras tengamos bien orientada la estrella Polar hacia la excelencia estaremos bien”.ialidad, diligencia y objetividad”: Ortiz Mayagoitia…. Bla bla bla de Odila Romero Hernández

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