Viernes, 04 de Febrero de 2011 00:37
Yokia Amano: "el virus Stuxnet no afecta las instalaciones de la planta atómica de Bushehr"
iribspanish
El Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) recalcó que el virus informático Stuxnet no dejará efecto negativo en las instalaciones nucleares de Irán.
Yokia Amano en su diálogo del día de ayer, miércoles (2feb) con la agencia de noticias Reuters explicó que "los ataques cibernéticos, entre ellos: el último virus de computadoras de nombre Stuxnet, pueden generar daños a las instalaciones atómicas, sin embargo Rusia e Irán prestan la suficiente atención al caso para evitar cualquier desastre atómico en el reactor de Bushehr".
El Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica aclaró que "no se ve razones para aplazar la puesta en marcha de la planta de Bushehr" y agregó que " Irán comenzó en agosto pasado la carga del combustible en el reactor de Bushehr que iniciará su producción de energía en el año presente".
La propagación de un virus informático con el objetivo de afectar el programa nuclear iraní es un tema importante que no se debe olvidar fácilmente.
El periódico estadounidense The New York Times reveló últimamente que "el virus de computadoras Stuxnet fue un plan conjunto de Estados Unidos e Israel para detener el enriquecimiento de uranio en Irán, lo que resultó fracasado.
Asimismo, el diario británico The Independent consideró esta medida como uno de los esfuerzos del Régimen Sionista y sus aliados occidentales, entre ellos: los servicios secretos británicos MI6 y la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA), por dificultar, aplazar o suspender el progreso del país persa en la ciencia nuclear.
El Representante permanente de Irán en la ONU, Mohammad Khazai, en una carta de tono tajante enviada el diciembre pasado al Director General y los Directores de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, había criticado fuertemente la postura objetiva de esta organización internacional ante las medidas terroristas del Régimen Sionista contra el país persa.
Las presiones del Occidente a Irán se iniciaron con la aprobación de unas resoluciones ilegales y se continuaron con el asesinato de dos científicos nucleares iraníes, cuyos nombres aparecía en la lista de las resoluciones del Consejo de Seguridad. La difusión del virus Stuxnet también es otra medida en el marco de esta guerra psicológica que busca obstaculizar las actividades nucleares pacíficas de Irán.
El Representante permanente de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogozin, en la reunión de los representantes de los 28 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que tuvo lugar la semana pasada en Bruselas, manifestó que "este virus informático es muy tóxico, muy peligroso, podría haber tenido consecuencias muy serias".
Estas declaraciones son una advertencia respecto a las posibles consecuencias de la ignorancia hacia las acciones terroristas israelíes que amenazan la seguridad de todos los países. Por esta misma razón, Irán ha pedido al Secretario General de la ONU condenar los actos terroristas en el marco de sus responsabilidades y propiciar el terreno adecuado para efectuar medidas efectivas con el fin de eliminar el fenómeno del terrorismo en todas sus formas.
Yokia Amano en su diálogo del día de ayer, miércoles (2feb) con la agencia de noticias Reuters explicó que "los ataques cibernéticos, entre ellos: el último virus de computadoras de nombre Stuxnet, pueden generar daños a las instalaciones atómicas, sin embargo Rusia e Irán prestan la suficiente atención al caso para evitar cualquier desastre atómico en el reactor de Bushehr".
El Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica aclaró que "no se ve razones para aplazar la puesta en marcha de la planta de Bushehr" y agregó que " Irán comenzó en agosto pasado la carga del combustible en el reactor de Bushehr que iniciará su producción de energía en el año presente".
La propagación de un virus informático con el objetivo de afectar el programa nuclear iraní es un tema importante que no se debe olvidar fácilmente.
El periódico estadounidense The New York Times reveló últimamente que "el virus de computadoras Stuxnet fue un plan conjunto de Estados Unidos e Israel para detener el enriquecimiento de uranio en Irán, lo que resultó fracasado.
Asimismo, el diario británico The Independent consideró esta medida como uno de los esfuerzos del Régimen Sionista y sus aliados occidentales, entre ellos: los servicios secretos británicos MI6 y la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA), por dificultar, aplazar o suspender el progreso del país persa en la ciencia nuclear.
El Representante permanente de Irán en la ONU, Mohammad Khazai, en una carta de tono tajante enviada el diciembre pasado al Director General y los Directores de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, había criticado fuertemente la postura objetiva de esta organización internacional ante las medidas terroristas del Régimen Sionista contra el país persa.
Las presiones del Occidente a Irán se iniciaron con la aprobación de unas resoluciones ilegales y se continuaron con el asesinato de dos científicos nucleares iraníes, cuyos nombres aparecía en la lista de las resoluciones del Consejo de Seguridad. La difusión del virus Stuxnet también es otra medida en el marco de esta guerra psicológica que busca obstaculizar las actividades nucleares pacíficas de Irán.
El Representante permanente de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogozin, en la reunión de los representantes de los 28 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que tuvo lugar la semana pasada en Bruselas, manifestó que "este virus informático es muy tóxico, muy peligroso, podría haber tenido consecuencias muy serias".
Estas declaraciones son una advertencia respecto a las posibles consecuencias de la ignorancia hacia las acciones terroristas israelíes que amenazan la seguridad de todos los países. Por esta misma razón, Irán ha pedido al Secretario General de la ONU condenar los actos terroristas en el marco de sus responsabilidades y propiciar el terreno adecuado para efectuar medidas efectivas con el fin de eliminar el fenómeno del terrorismo en todas sus formas.
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