El gran impostor, Benjamín Netanyahu.

El gran impostor, Benjamín Netanyahu.

GiapSalvador

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@BenitoJuarezG

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29 septiembre 2012, Oaxaca, México.// Y el gran impostor, Benjamín Netanyahu, recién en la ONU, dice que "hay que combatir a las fuerzas medievales del islam radical" !Qué hipocresía! !Qué falsedad! Hay que  informar  a la gente qué fue la "Edad Media", qué fueron las Cruzadas. ¡¿Y qué fueron o qué es eso?¡ Es más de lo mismo: Expansionismo genocida de  Europa en Medio Oriente, y hasta la fecha eso continúa; y este pillo repugnante que  es Netanyahu, dice ahora, recién en la ONU, "vamos a combatir a los medievales islamistas", lo dijo varias veces en su prostituido, bastardo y mentiroso discurso de manera recurrente; y  ahora  resulta  que los árabes  en la época de las Cruzadas y la Edad Media nuevamente son  los malos  de la  película holliwoodense;  narrada por dicho sionista. Puras mentiras fue a vomitar ese falsario, con las gesticulaciones  que  empleó  el impostor para pronunciar  esas mentiras; mentiras que se repiten una y otra vez  en los grandes medios de propaganda para el  lavado de cerebro, acá de este lado del charco (del Atlántico). Acá en México  al menos donde  los gobiernos  en los últimos 30 años  se han caracterizado por ser  fieles sirvientes de EEUU y por lo tanto del lobby sionista, que mangonea vilmente a  ese país; se  repite  acá  en México: los árabes  son los malos, los árabes  son los terroristas, los árabes  son los fanáticos; desde luego no lo dicen abiertamente, pero si  con la pésima  educación que tiene la  mayoría (por diferentes razones   una de ellas, el pésimo y torcido contenido educativo -en los libros de historia- en los libros de   texto de los niños); total que, este amanerado, mentiroso, brabucón y genocida  Netanyahu  se presenta  en la  sede  de la  ONU, apadrinado  en buena parte por EEUU, Inglaterra y Francia, a esparcir  su verborrea mentirosa y venenosa, confiado en que la mayoría  está  conformada por  gente representativamente dócil  y que no le interesa no saber nada de nada; ah, pero  como lo dice  en la ONU, y ésta, supuestamente  busca la paz y tiene a su lado  toda la inmensa  infraestructura mediática  occidental, toda esa  sarta de mentiras  es presentada  de  una  manera  grosera y  descarada como  verdades y todo  mudo tiene que tragarse que los árabes son uno medievales  violentos, terroristas, fanáticos y  que la República Islámica de Irán es una teocracia, como no, si, precisamente  el representante del Estado sionista de Israel, se la pasó en  toda  su larga retahila, hipócritamente –falsario de la Historia– hablando de su  inverosímil extracción bíblica, invocando supuestos profetas y demonios a cual más, y hasta queriendo invocar  ser el  descendiente directo de  uno de ellos, cuando que sabido es que Israel se formó y pobló no con la raza semita propiamente hebrea, a la cual sí pertenecen  pueblos mediorientales  como el sirio, los palestinos, los iraquíes, etc., sino con bandas de  delincuentes encabezadas por personajes como Menachen Begin, David Ben Gurión, Simón Peres y muchos  más de la misma laya de jázaros provenientes de los  países  de  Eurasia, de razas  distintas a los árabes o semitas, a quienes no pertenecen quienes  para 1948 fueron reclutados  y llevados  a base de presiones  y de mentiras  al supuesto territorio prometido del “pueblo elegido”, lo cual no es más que una  patraña, así que aquellos  acarreados sólo fuero y están  siendo engañados  y utilizados como  carne de cañón  con motivo de los gravísimos  conflictos  creados   con los pueblos  originados  del  actual territorio de  Israel como son los árabes  y palestinos. Los hechos bíblicos que mencionó Netanyahu de ninguna manera están confirmados por la Historia, la cual se basa  en hechos reales y verídicos así que exhibir el  esquema de  una bomba atómica, como lo hizo Netanyahu no pasa de  ser una  mera payasada, puesto que  Israel  cuenta  con unas  quinientas  cabezas  nucleares  como  lo  han denunciado  conocedores  en esa  materia,  lo cual  sí es un  peligro  grave  en contra de toda la  humanidad, por lo cual  dicho sujeto  no tienen  cara  ni legitimación  para  hablar  como lo hizo.  Sus  vociferaciones  son las del  ladrón  que  grita: ¡Al ladrón.  Ahí va el  ladrón!