Así es que
camaradas a unirnos todos
para que en
nuestro continente desde
el Ártico hasta el Antártico, impere la
Justicia, la decencia, la independencia…
El Estado, aparato público o Instituciones Públicas significan todo
lo que es poder y autoridad
de los pueblos y de las
naciones. Este poder
se llama Soberanía y Democracia. Los que
ocupan los altos cargos del
manejo de esas
instituciones, sobre todos
los déspotas, para autoelogiarse, siempre
adulan a las instituciones; por su propia
naturaleza corrupta ellos, los déspotas, no distinguen
entre instituciones públicas y
privadas, con este método,
para justificar su increíble
cadena de crímenes –colonización
española en América, exterminio de millones de indios
de América por los conquistadores blancos, genocidios cometidos
contra México por el militar asesino Porfirio
Díaz, abdicación a
cumplir con sus deberes militares y entrega cobarde de los vastísimos territorios de los indios
de México de millones de kilómetros cuadrados a las oligarquías anglosajonas que despojaron a México
de esas grandes extensiones
durante el Siglo XIX, comportamiento realizado
por las instituciones militares
y clericales encabezadas por
Antonio López de Santa Anna
y Lucas Alamán que dominaron y aún siguen dominaron a México hasta
este año de dos mil
catorce. Como lo estamos
viendo todos los días
estos grupos siguen
saqueando a México. Enrique Peña
Nieto es un
hombre supermillonario enriquecido
con los cargos públicos, lo mismo
su mujer, la señora Angélica
Rivera Hurtado, evidente pieza de la
empresa capitalista Televisa como esposa
del Presidente; a pesar de que esta
señora no tienen ningún carácter
público está saqueando ya a
México, lo mismo que el encargado
de la Hacienda Federal
Luis Videgaray Caso, colaborador
inmediato de Enrique
Peña Nieto. Como lo
informan los enterados
de este tipo
de ladrones de
cuello blanco; lo
que vemos no es
más que la punta
del iceberg. Para
mantenerse en el poder este
tipo de personas hacen
uso del terrorismo contra las
naciones, sin reparar en medios, ya que
a los aparatos públicos los tienen
convertidos en sórdidas dependencias de los niveles más altos
del sistema mundial que saquea
a las naciones, llamado capitalismo. La ley del capitalismo
es el crimen, el asesinato, la destrucción, el robo, el saqueo y la
mentira en contra de las naciones
de la Tierra. Este
es el programa que en
México están realizando
los grupos de psicópatas que
ocupan los altos
cargos del Estado. Quienes
encabezan y dirigen estos programas son los que usurpan los altos cargos
de la Federación mexicana al
frente de la cual está Enrique
Peña Nieto que se
conduce como un príncipe dieciochesco absolutista
gracias al apoyo del capitalismo y del imperialismo que encabeza
el gobierno de Estados Unidos.
Así se comprende
que la espuria Suprema Corte de
México y sus ministros
no sean
electos por el pueblo, ni, por tanto, tengan
ninguna representación de la Nación
mexicana. Contra toda
decencia en sus resoluciones
que luego se convierten
en normas espurias
o jurisprudencias, los ministros de la SCJN se han
dedicado a destruir en
todas formas a la Nación
mexicana, han puesto de
cabeza al sagrado concepto
Nación para dizque justificar sus resoluciones
vesánicas; recientemente
resolvieron que la Nación mexicana no
tiene ningún derecho a ser consultada para decidir sobre
cuestiones financieras, fiscales
y de presupuestos públicos, es decir, que
un grupo de once
pillos (los “ministros”)
por las
instigaciones de quien
no tiene facultades para
hacerlo, como lo es Enrique
Peña Nieto, le
suprimieron un derecho original
e inalienable a la
Nación mexicana, típico del
Estado moderno, que
es la titular
o dueña de
la Soberanía nacional,
por lo que en buenos términos
cualquier ocupante de
un cargo público, todos, desde el
Presidente, no son más que
una suerte de
meros representantes del Soberano,
que es el pueblo y la
Nación llamada México.
Bajo esta
perspectiva podemos explicarnos
y ver fácilmente
los asesinatos que sistemáticamente ocurren
y están ocurriendo todos
los días en México, el
exterminio y asesinato de los
indios Yaquis de Sonora, la
Decena Trágica con el asesinato de
F.I. Madero y Pino Suárez
por las instigaciones
del gobierno de los EEUU, el asesinato de líderes populares como
Don Vicente Guerrero, Rubén
Jaramillo, Genaro Vásquez Rojas y
Lucio Cabañas, asesinato
masivo de jóvenes
estudiantes en 1968 en Tlaltelolco, Aguas Blancas, Ayotzinapa, San Salvador Atenco, y Tlatlaya, estos últimos del
Estado de México,
en los que recientemente también
fue gobernador y ya con el cargo
actual Enrique Peña Nieto, la entrega de
nuestro espacio sidéreo, de nuestro gas, de nuestro petróleo, de nuestras
comunicaciones, de nuestro territorio,
de nuestra finanzas y de
nuestra economía, como
Nación, a los grupos
privilegiados criollos y extranjeros , todos
ellos zarpas del
capitalismo e imperialismo
del gobierno de los
Estados Unidos ; Así es
que camaradas compatriotas mexicanos,
latinoamericanos, caribeños, todas
las razas que pueblan
Estados Unidos y
Canadá; entidades estatales
Guerrero, Oaxaca, Michoacán, sus habitantes
guerrerenses, oaxaqueños y
michoacanos a unirnos todos
como una sola
patria y expulsar cuanto antes
del poder que
injustamente ostentan las
oligarquías asesinas que nos
sojuzgan, nos avasallan y nos
esclavizan a todos, para
que en nuestro
continente desde el Ártico
hasta el Antártico, impere la
Justicia, la decencia, la independencia, la libertad y demás valores
necesarios para la armonía
social y jurídica.
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